A 104 años de la muerte de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, el 22 de febrero de 1913, autoridades civiles y militares rindieron honores a su memoria y recordaron este hecho trágico en la historia de nuestro país, encabezadas por la regidora Celina Lomelí Ramírez, en representación del presidente municipal, Arturo Dávalos Peña.
Con la bandera a media asta, el director Jurídico del Ayuntamiento, Ramiro Iván Campos Ortega, dio lectura a la ficha histórica en la que se narra cómo se consumó la infamia, cuando el presidente Victoriano Huerta hizo un llamado a todo su gabinete, para anunciar que Madero y Pino Suárez habían muerto tras haber sido atacados por un grupo armado que intentó asaltar los automóviles en que eran trasladados de Palacio Nacional a la Penitenciaria de Lecumberri.
A este respecto, el director jurídico hizo referencia a las reflexiones del investigador Carlos Martínez Assad, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, quien refería que el asesinato de Madero no estaba planeado cuando inició el levantamiento armado, el 9 de febrero, sino más bien, es consecuencia de cómo se van dando los alineamientos políticos.
“Pues a pesar de que se mantuvo la versión de que el ataque era resultado de un asalto y que los prisioneros intentaron escapar, meses después el departamento británico de investigación Foreign Office envió un informe en que aseguró fue un crimen planeado”, refirió.
Agregó que con la muerte de Madero, “el intento de un gobierno democrático en el país, se truncó y en su lugar llegaron varios años de incertidumbre política. La inmediata consecuencia de esta ejecución está en la respuesta que dio una parte del norte del país a semejante cobardía. El auténtico inicio de la llamada Década Armada, está ahí”, concluyó.
A esta ceremonia se dieron cita también las alumnas de las escuelas Teresa Barba Palomera y Agustín Flores Contreras, como parte del fomento a los valores cívico que realiza el gobierno municipal entre los niños y jóvenes vallartenses.
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