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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con un llamado a la unidad y al reconocimiento de la militancia, la dirigente nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu celebró los 90 años del partido con un discurso de apenas 15 minutos y 50 segundos.
“Hoy los mexicanos se preguntan: ¿cómo llega el PRI a sus 90 años? Ante esto, los priistas respondemos: con unidad y firmeza”, dijo en el auditorio Plutarco Elías Calles al que asistieron 385 consejeros políticos.
La celebración fue corta, sin las estridencias del pasado. Esta vez no hubo acarreados, ni tambores ni matracas ni trompetas. Con más integrantes de la cúpula que militancia y las clásicas porras de los sectores obrero, campesino y popular, unas mañanitas cantadas por un pequeño grupo, quisieron darle vida, al evento que duró apenas un cuarto de hora.
En el centro del auditorio que lleva el nombre de su fundador Plutarco Elías Calles, Ruiz Massieu habló de la historia revolucionaria del PRI, también de la necesidad de actualizarse. Pero sobre todo de unidad.
“Con la unidad para resistir la tentación de la inmediatez, y con la firmeza para alejarnos del cambio sin dirección. Con la unidad para llevar a cabo un proceso de reflexión propositiva, y con la firmeza para echar a andar un proceso de transformación”, pronunció la sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
E insistió: “Con la unidad para renovarnos no desde el dolor ni el enojo, sino con la firmeza para buscar una reestructuración basada en el consenso y la estrategia. Con la unidad que nos brinda la oportunidad de dialogar abiertamente, y con la firmeza que nos brinda la oportunidad de inaugurar una nueva etapa de entendimientos, acuerdos y concertación”.
Aseguró que con la fórmula de unidad y firmeza el PRI podría hacer frente “a la división que destruye y la debilidad que sacrifica los principios y valores”.
En un video expuesto antes de escuchar a Ruiz Massieu, los priistas trataron de darse ánimos. “Tuvimos aciertos, pero también errores que no volveremos a cometer, la confianza se gana, superar el reto de la renovación. El PRI tiene historia y porvenir”, se escuchó en el video.
Aplaudieron los priistas y también el anuncio de la próxima construcción de un nuevo edificio en la sede nacional para una biblioteca con la historia del partido que se llamará “90 años”.
Una hora antes de escuchar el discurso de la presidenta del partido, los militantes que llenaron el auditorio echaron porras. Las mañanitas exiguas cantadas con más compromiso que de ganas, un Goya universitario perdido entre los gritos de PRI, la orquesta sinfónica del Estado de México tocando “Bésame Mucho” y el “Huapango” de Moncayo, amenizaron un poco el ambiente. Pero nada de matracas, nada de tambores, nada comparado con los magnos festejos de antaño y a pesar de ser el 90 de su nacimiento en las peores condiciones, los viejos priistas sonreían.
Se asomaron y se dejaron abrazar por sus compañeros Alfredo del Mazo, Emilio Gamboa, Miguel Ángel Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones, Dulce María Sauri, José Antonio Fernández, Roberto Madrazo, Heriberto Galindo, José Narro, Ulises Ruiz, Beatriz Paredes, Ivonne Ortega, Augusto Gómez Villanueva, Jorge de la Vega, Héctor Astudillo, José Reyes Baeza, Enrique Juárez Cisneros, Alejandro Murat, entre otros.
Ante ellos, Ruiz Massieu dijo que los priistas habrán de dar la pelea y ser una opción de gobierno, pertrechados en su historia y sobre todo, en unidad y con la militancia.
“Arropados bajo el nuevo consenso democrático que nos hemos dado. Orgullosos de nuestro pasado y con la frente en alto. Unidos y en un proceso de renovación profunda. Así llegamos los priistas a los noventa años. Listos para recuperar la confianza ciudadana. Para seguir sirviendo con pasión y amor a México”, sostuvo la presidenta nacional del priismo.
Ruiz Massieu Salinas reconoció que en 90 años de ejercicio de gobierno el PRI tiene claroscuros, “una historia de luces y sombras, en la que, no obstante, la constante siempre ha sido la política del consenso; la política propositiva y de resultados”.
Admitió que si bien impulsaron la democracia hacia afuera, “no lo hicimos al interior del partido, lo que nos hizo alejarnos de la ciudadanía y de nuestra propia militancia”.
Dijo que en ambiente polarizado, entre quienes plantean desmantelar las instituciones y obviar las instancias de representación, y aquéllos que tienen una visión conservadora de la realidad, apegada a sus principios religiosos, el PRI se presenta como la alternativa del equilibrio y la gobernabilidad.
“Representamos la convicción de que se puede hacer justicia social sin coartar el libre mercado, ni esperar que éste resuelva las desigualdades”, sostuvo.
Sin mencionar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Ruiz Massieu dijo que el PRI representa la certeza de que se puede ser al mismo tiempo un gobierno democrático y eficiente. “Un gobierno que construye acuerdos políticos desde la fuerza de las razones, no que avasalle desde la fuerza de los números”.
Argumentó que en la propuesta de participar en la construcción del México, el PRI representa la política que concilia la capacidad técnica con la sensibilidad social, que reivindica, no descalifica, el trabajo de los servidores públicos.
En este sentido manifestó: “No les podemos fallar. Estamos ante el fin de una era y debemos estar a la altura de las circunstancias. Los ciudadanos exigen más al PRI porque, a lo largo de su historia, ha sido el gran artífice del desarrollo nacional y el depositario de las expectativas de la gente”.
Al final, recordando el pasado revolucionario del PRI, dijo que hoy el partido habrá de emprender un proceso de renovación que le permita responder a los nuevos tiempos.