Ambas actrices negaron conocer o haberse relacionado con el capo, uno de los hombres más poderosos del Cártel de los Beltrán Leyva
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Situada en imponentes escenarios naturales en México y basada en la historia de dos mujeres que se unen para buscar justicia para sus familias, la película Bandidas fue estrenada hace más de 10 años con un nuevo guiño hacia el género western y las actuaciones de Salma Hayek y Penélope Cruz, quienes después fueron acusadas de haberse hospedado en una propiedad de uno de los hombres más poderosos del Cártel de los Beltrán Leyva, Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”.
El episodio que unió a las actrices y al capo, ahora testigo en el proceso que se le persigue a Genaro García Luna en Estados Unidos, ocurrió en 2004 en el estado de Durango, cuando filmaban precisamente la cinta Bandidas, la cual tuvo malas críticas y una recaudación en taquilla de cerca de USD 18.381.890.
Fue hasta el 2008 que este acontecimiento salió a luz. El diario El Universal tuvo conocimiento de la averiguación previa PGR/SIEDO/UE- IDCS/008/2007, en la cual se asentaron varios testimonios del rodaje que ligó a la mexicana y española con El Grande, conocido así por su fisonomía: mide 1.98 metros y pesa 115 kilos.
Los testigos aseguraron ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) que ambas artistas se hospedaron durante el rodaje en el rancho Peña del Águila en la capital de Durango, mientras que la mexicana también lo hizo en otra ocasión.
“Salma Hayek se quedó a dormir cuando tenía que hacer una presentación de una película en Durango”, declaró uno de los informantes, quien también indicó que esta propiedad fue comprada con recursos obtenidos de actividades ilícitas.
En el documento, en poder del medio mexicano, existe otro testimonio que vincula a las actrices con la propiedad de “El Grande”: “Sé que es dueño del rancho ubicado en la capital de Durango, y es donde se hospedaron Salma Hayek y Penélope Cruz cuando grabaron la película Bandidas”.
La prensa local también siguió de cerca el paso de las famosas por Durango, así comprobaron que la protagonista de Frida tuvo dos casas a su disposición, una de éstas de “El Grande”, y siempre estuvo fuertemente custodiada.
“Había cámaras y gente vigilando; nosotros pensamos que era para cuidarse de los paparazzi”, comentó un periodista; otro reportero añadió: “Salma Hayek, a diferencia de su colega del filme Penélope Cruz, deambulaba siempre con cuatro escoltas”.
Tras conocerse la versión de El Universal, las actrices se pronunciaron y fue a través de un comunicado difundido por el representante de Penélope que negaron conocer al narcotraficante, pero no su estadía en la propiedad ubicada en Durango.
“La oficina de producción de Bandidas organizó el alojamiento de los actores, como es habitual para el rodaje de una película. Penélope Cruz eligió hospedarse en un hotel, mientras que Salma Hayek prefirió quedarse en una casa”, se lee en el documento.
“Salma Hayek nunca tuvo conocimiento de quien era el propietario de la vivienda ni tuvo contacto alguno con el dueño ni con nadie relacionado con la vivienda, alquilada y pagada por la productora de la película”, sentenció el informe del equipo de Cruz.
“Ni las actrices ni sus respectivas productoras estuvieron involucradas en la producción del filme”, concluyó.
La película dirigida por los noruegos Joachim Roenning y Espen Sandberg también fue filmada en San Luis Potosí, donde no se tienen registros de incidentes.
Actualmente El Grande se encuentra libre gracias a un acuerdo de cooperación con las autoridades estadounidenses y es uno de los testigos protegidos en el caso de Genaro García Luna, a pesar de haber secuestrado, torturado y descuartizado a más de 90 personas.
De acuerdo con la periodista Anabel Hernández, quien tuvo acceso a las declaraciones de “El Grande”, el narcotraficante reveló que Genaro García Luna y su “compadre” Luis Cárdenas Palomino, colaboraban para el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva cuando ambos estaban en la Secretaría de Seguridad Pública Federal durante el sexenio de Felipe Calderón.
Mientras que el escritor Héctor de Mauleón señala que fue visto por última vez en una parte de Houston.
