Hace dos semanas se implementó un operativo de tránsito para quitar mesas y sillas de restaurantes en zona centro de Sayulita, Bahía de Banderas, Nayarit, para dar prioridad a los automóviles, pero ahora resulta que, si están dando permisos, pero solo a unos restauranteros, otros quedan fuera de la “regulación” del gobierno municipal.
Por Paty Aguilar
El gobierno municipal de Bahía de Banderas, Nayarit, sin planeación, sin visión, con total abuso de poder, hace 15 días, se cumplen este viernes 15 de marzo 2019, se les ocurrió que para regular a los restauranteros que ponen sillas y mesas en las calles, lo que le ha dado a Sayulita un atractivo turístico, decidieron quitarlos de las calles mediante un operativo de tránsito que comunicación del X Ayuntamiento, donde los restauranteros aceptaron porque el corte fue parejo, pero resulta, que sí está dando Tránsito y Padrón y Licencias, permisos, pero solo a ciertos restaurantes privilegiados.
Lo anterior generó inconformidad por parte de los restauranteros que quedaron excluidos de este programa que está afectando seriamente a un buen número de restaurantes que se quedaron sin permiso para colocar mesas y sillas en su calle que por años se venía haciendo, por lo que este escenario ya se había convertido en un gran atractivo turístico para los miles de turistas que gustan de este hermoso micro destino turístico de la Riviera Nayarit tan conocido internacionalmente.
A alguien del X Ayuntamiento de Bahía de Banderas, se les ocurrió que había de darle más importancia a los vehículos para que tuvieran donde estacionarse que activar la economía de cientos de familias que viven de la venta de alimentos en esta comunidad hermosa llena de colorido y belleza natural con sol, playa y deporte acuático como el Surf.
Ahora, una calle luce como antes, con sus mesas y sillas al frente de restaurantes mientras que en la otra calle (este pueblo solo tiene dos en zona centro de entrada y salida) luce llena de vehículos y sin vida por donde hay mas centros de venta de comida, zona donde los restauranteros están inconformes ya que se trata de negocios de donde se sostienen decenas de familias.
Hay pues desesperación de empleados y propietarios de estos negocios que desde hace 15 días sus ventas bajaron alarmantemente por lo que exigen a la autoridad municipal reconsidere sus medidas que los afectan de manera significativa.
