CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Rocío Nahle, secretaría de Energía, dio a conocer datos de una investigación sobre irregularidades en la adjudicación de dos plantas de hidrógeno de Petróleos Mexicanos y que “forman parte de los quebrantos que se hicieron a la empresa”.
Durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, la titular de la Sener anunció que la información será presentada a la Secretaría de la Función Pública y confió en que también forme parte de la revisión de la cuenta pública de 2018 que hará la Auditoría Superior de la Federación.
De acuerdo con una nota publicada el jueves por el periódico El Universal, la Sener revisa los contratos que Pemex Transformación Industrial adjudicó de manera directa a las empresas Air Liquide México y Gazsur, para suministrar hidrógenos a las refinerías de Tula y Cadereyta por 20 años. También refiere que la investigación se extiende a una tercera operación similar en la refinería de Madero, Tamaulipas.
En la conferencia de prensa de hoy, Nahle explicó que, en el caso de la refinería de Tula, se trata de un contrato de compra-venta de la planta de hidrógeno entre Pemex Transformación Industrial y la empresa francesa Air Liquide Mexico, que se formalizó mediante un proceso de adjudicación directa.
Explicó que el contrato obliga a Pemex a pagarle a esa empresa un millón de dólares a esa empresa, surto o no surta el hidrógeno. Contó que se hizo un recorrido por la planta y se recolectaron datos que se compartirán con la SFP.
Respecto de Cadereyta, contó que se hizo el mismo proceso, pero finalmente no les dio tiempo de rehabilitar la planta y no se firmó la entrega.
En cuanto a Madero, indicó que el contrato de compra-venta fue entre Pemex Transformación Industrial y Linde Hidrógeno y se formalizó mediante un proceso de adjudicación directa.
El contrato obliga a que a la refinería de Madero pague el equivalente a 16 millones de pesos por mes a esa empresa, para que surta hidrógeno, “ya sea que se ocupe o que no se ocupe”, un volumen por 42 millones de pies cúbicos por 20 años.
“Aquí les quiero comentar que ya tenemos los datos, los estoy presentando en la Secretaría de la Función Pública. Y estos son parte de los quebrantos que se hicieron a la empresa, que se hicieron a la empresa, porque esas plantas eran de Pemex”.
Rechazó los argumentos con los que se pretendieron justificar esas operaciones de que se iba a tener un producto de mejor calidad y se evitarían paros programados.
“Entonces, estas plantas, que tienen más capacidad, las vendieron muy baratas y es parte de lo que vamos a reportar a la Secretaría de la Función Pública, Seguramente la Auditoría Superior de la Federación, en su cuenta de revisión del 2018, nos vaya a poder informar. Le estamos dando seguimiento a esto”, concluyó.