Puerto Vallarta
Este fin de semana, se reunieron luego de varios años, empleados de la extinta empresa Mexicana de Aviación.
Una de las más importantes en el país, durante sus años de bonanza.
La reunión tuvo lugar en conocido restaurante de la localidad en el paradisiaco Puerto de Vallarta.
Alegría y buen ambiente prevalecieron en este encuentro amistoso de quienes formaron parte de esta familia de aviación, al desayuno llegaron 32 elementos, entre quienes se dedicaban a las ventas, operaciones, exprés, carga y trabajadores de descarga de rampa.
En un rincón pintoresco de Puerto Vallarta, un grupo de antiguos empleados de la extinta Mexicana de Aviación se reunió en un conocido restaurante junto al mar.
La atmósfera estaba cargada de nostalgia y emoción mientras los ex compañeros de trabajo, algunos de ellos no se veían desde hacía décadas, se abrazaban y compartían historias de los días en que volaban juntos.
La brisa marina y el sonido de las olas rompían suavemente el bullicio de las charlas animadas, creando un ambiente ideal para rememorar el pasado.
El restaurante, con su encanto tradicional y vistas panorámicas al océano, se convirtió en el escenario perfecto para esta emotiva reunión.
Los presentes evocaron el esplendor de la empresa Mexicana de Aviación.
Los ex-empleados se sintieron transportados a otra época mientras compartían anécdotas de sus años de servicio, cada relato enriquecido por el cariño y la camaradería que caracterizó a la emblemática aerolínea.
A medida que avanzó el día con la reunión, la emoción se volvió palpable cuando uno de los presentes, con voz temblorosa, propuso un brindis en honor a los colegas ausentes.
La sala se llenó de aplausos y lágrimas de gratitud mientras cada uno recordaba a quienes habían sido parte fundamental de sus vidas y carreras.
La nostalgia y la alegría se entrelazaban en cada brindis, en cada risa y en cada mirada compartida, demostrando el profundo impacto que la Mexicana de Aviación había tenido en sus vidas.
La reunión concluyó con una sensación de satisfacción y un renovado sentido de comunidad entre los asistentes.
Aunque la aerolínea ya no existe, el vínculo entre sus ex-empleados permaneció intacto, fortalecido por el tiempo y los recuerdos compartidos.
A pesar de las dificultades que habían enfrentado, todos se despidieron con una sonrisa, sabiendo que esta noche en Puerto Vallarta había sido un hermoso tributo a su pasado y una celebración de la amistad duradera.
