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Sigue la desbandada en el PRI; culpan a Alejandro Moreno de “apoderarse del partido”

Esta semana anunciaron salidas priistas en el Estado de México, Guerrero, Puebla y Colima.

proceso.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En varios estados el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sufrió nuevas desbandadas en sus filas durante esta semana, en las que se acusó al dirigente nacional priista Alejandro Moreno “Alito” de haberse apropiado del partido.

A la lista de renuncias del PRI no sólo se han sumado las cabezas de los grupos políticos, como en los casos de Omar Fayad, Miguel Ángel Osorio Chong, Jorge Carlos Ramírez Marín, Alejandro Murat, Adrián Rubalcava, Claudia Ruiz Massieu y Eruviel Ávila, sino también militantes de muchos años, como el caso del exfuncionario y exlegislador mexiquense Alberto González.

Miembro del grupo político del exgobernador César Camacho Quiroz, Alberto González, expresidente municipal de Tlalnepantla (2012-2015), renunció al PRI el jueves 1, tras una militancia de 30 años.

En conferencia de prensa, Alberto González anunció su renuncia al PRI y culpó a Alejandro Moreno Cárdenas, actual dirigente del CEN del PRI, a quien calificó como destructor del partido.

El exfuncionario y exlegislador mexiquense aseveró que su decisión obedece a que Moreno ostenta el poder en el partido por medio de una red de complicidades que le permiten manejar al PRI con total impunidad, como ha sucedido con la selección de las candidaturas para las diversas elecciones en el tiempo que lleva al frente del partido.

Denunció que las listas de candidatos para el proceso electoral de 2024 “demuestran que el linaje familiar y la complicidad son la divisa que los distingue. Por ende, esos personajes serán los enterradores de uno de los más grandes movimientos sociales de la historia de nuestro país; Alito es el sepulturero del otrora poderoso PRI”.

Renuncias en Guerrero, Puebla y Colima

El mismo jueves 1 renunció el exgobernador de Guerrero, Hector Astudillo, quien en conferencia también manifestó su desacuerdo con Alito Moreno y aseguró que ha hecho del PRI un “grupo sectario”.

“Me he rebelado ante lo incorrecto, lo injusto y lo inofensivo”, manifestó Astudillo, quien dejó en el aire la posibilidad de sumarse a Movimiento Ciudadano, organización con la que dijo que mantiene comunicación fluida.

Parte de la inconformidad con la dirigencia del PRI también se manifestó el 29 de enero, cuando un grupo de legisladores priistas de Puebla renunció a la bancada y anunció que formarían un grupo independiente.

En rueda de prensa, los diputados Jorge Estefan Chidiac (líder del grupo parlamentario), Norma Reyes Cabrera, Adolfo Alatriste Cantú, Laura Zapata y Juan Enrique Rivera informaron que presentaron un documento ante el Poder Legislativo en el que notifican su renuncia a la bancada tricolor y su decisión de formar un grupo parlamentario plural.

Estefan Chidiac aclaró que se trata de una “separación” del grupo parlamentario del PRI, no de una renuncia a la militancia priista, asunto que, dijo, se resolverá posteriormente.

Dos días después del rompimiento de la bancada del PRI en el Congreso de Puebla, cinco presidentes municipales anunciaron su renuncia al priismo para formar un grupo plural de alcaldes sin partido.

Se trata de los ediles Guadalupe Vargas Vargas, de Xicotepec; José Márquez Martínez, de Zacatlán; Aurelio Flores Solano, de Guadalupe Victoria; Manuel Orato Vélez, de San Salvador El Seco, y Emiliano Vázquez Bonilla, de Zapotitlán de Méndez.

El martes 31 otro grupo de priistas renunció a su militancia de la mano de la presidenta municipal de Colima, Margarita Moreno, quien declaró su inconformidad con la alianza del PRI con los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).

Al anunciar su salida del PRI, denunció que ha sido sometida a una constante violencia política de género tanto por el partido como por los otros con los que va en alianza, PAN y PRD, que le impidieron buscar la reelección en ese municipio.

Su decisión provocó la renuncia de 63 militantes priistas más, quienes reprocharon la violación a sus derechos políticos desde la dirigencia estatal priista encabezada por Arnoldo Ochoa.

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