Por Mauricio Lira Camacho
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A diario ocurren accidentes.
Uno y uno, nadie respeta es factor de graves accidentes y atropellamientos.
Casi a diario, por no respetar los uno y uno en las esquinas, se registra algún tipo de incidente vial, falta cultura de automovilistas.
Sobre todo en horas consideradas pico, sobre todo en las mañanas entre las 7 y las 9 horas.
Lo mismo que en las tardes entre las 13 y las 14 horas, así como en las tardes de 18 a 20 horas.
Esta modalidad ocurre en casi todos los cruceros en donde existen los letreros y la señalética del color rojo y la leyenda Uno y Uno.
Algunos de los puntos más representativos se ubican en la colonia Díaz Ordaz, centro en la delegación de El Pitillal, en uno de los extremos lindero a la unidad deportiva, Agustín Flores Contreras y los más recientes a lo largo de la calle Viena.
El Uno y Uno se usa en las vialidades de los Estados Unidos, sin importar que no haya semáforos.
Es una obligación para todos los automovilistas hacer alto total, venga o no, alguna unidad en otra vialidad.
No hacerlo, amerita para el infractor ser objeto de una fuerte multa económica, cultura que se tiene en algunas ciudades mexicanas que hacen frontera en el norte.
Lamentablemente en el resto del país, esta práctica no se tiene y el respeto al cumplimiento de la enmienda municipal va en aumento.
En los cruceros de Puerto Vallarta, conductores de diversas unidades, ni siquiera respetan las luces de los semáforos, pasándose por ejemplo en todo momento la roja.
No habiendo semáforos y sí cruceros con la señal del Uno y Uno, nadie respeta pues el exceso de velocidad y la irresponsabilidad están a la orden del día.
