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CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx). – En un salón del Hotel Presidente Intercontinental en Polanco donde el expresidente panista Felipe Calderón se reunió con simpatizantes de México Libre predominó una conversación, como un “deja vu” del 2006: el peligro que representa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“¡Ay qué bien organizado!, ¡qué bueno que hagan estos eventos!, hay que frenar la reelección (de López Obrador)”, dijo una mujer mayor con atuendo deportivo, formada para afiliarse a la organización de Calderón y su esposa, la excandidata presidencial Margarita Zavala.
“Margarita está de viaje ahorita, está fuera de México”, respondió con seriedad.
De colonias como la Anzures, Escandón, Anáhuac, Lomas de Chapultepec, Lomas de Sotelo y Polanco, trescientas personas acudieron al llamado del expresidente para participar en la asamblea constitutiva de México Libre en la alcaldía Miguel Hidalgo.
“¿Sabes qué es lo más preocupante?, lo de ayer, o sea, entregaron a los migrantes y vamos a comprar el maíz desde el extranjero”, opinó una mujer que tomaba café en la entrada del salón.
“A mí no me parece bien que el gobierno esté fomentando la ideología de género. Esto de los uniformes neutros. Lo que se tiene que hacer es fomentar los valores”, dijo otra asistente al evento.
Cuando se dio a conocer que “apenitas” se alcanzó el quórum legal requerido por el Instituto Nacional Electoral (INE) los asistentes corearon: “¡Sí se pudo!, ¡Sí se pudo!”, como si se tratara de una hazaña.
En medio de una decoración austera, los asistentes hicieron fila para poder saludar a Calderón, tomarse “selfies” o que les firmara el libro de su autoría “Los retos que enfrentamos”, a la venta en la entrada por 300 pesos, junto a las camisetas de “México Libre” en 200, para recaudar fondos para la siguiente asamblea.
“Gracias por venir”, decía Calderón. “Gracias por estar aquí”, y les daba la mano.
“El mejor presidente”, le dijo una señora. “Lo extrañamos”, le aseguró un joven cuando llegó su turno de la foto.
El pasado 11 de noviembre de 2018, Felipe Calderón renunció al Partido Acción Nacional que lo llevó a la presidencia en 2006 y en el que militó por 30 años. Luego de salir del partido debido a una lucha interna por la dirigencia, él y Zavala, quien dejó el PAN en 2017 cuando no consiguió la candidatura presidencial panista, decidieron crear su propia formación política.
Pero para que México Libre obtenga el registro requiere de 250 mil firmas y el INE exige la realización de 200 asambleas distritales de cuando menos 300 personas o 20 asambleas estatales de 3 mil personas. ´
La organización de Calderón está teniendo dificultades para cumplir con los requisitos, tal como ocurrió con la candidatura independiente de Zavala, que registró más de 200 mil firmas irregulares para obtener el registro y luego tuvo que dejar la contienda por falta de apoyo popular.
“Yo iba a votar por Margarita Zavala”, dijo el ingeniero Javier Espinoza, quien tiene su residencia en la alcaldía Miguel Hidalgo y decidió acudir a la cita por el temor a que México se convierta en Venezuela.
“Viajé recientemente a Venezuela y desafortunadamente me da la impresión de que hay muchas coincidencias de lo que ha sucedido en Venezuela con lo que nos pudiera suceder a partir de la Presidencia de López Obrador”, dijo a Proceso.
Calderón evitó dar la cifra de afiliados a México Libre cuando fue cuestionado por Proceso.
“Vamos muy bien. No tengo el dato de afiliados, pero las asambleas que van empezando ahorita, la de Benito Juárez que fue la primera, muy exitosa, y esta es la segunda, yo creo que vamos a alcanzar quórum”, dijo.
Como si sólo se tratara de cumplir con el trámite, la asamblea que comenzó a las 11 de la mañana ya había terminado una hora después, a pesar de que el salón estaba rentado hasta las 2 de la tarde.
El maestro de ceremonias fue un panista local, Adrián Arzate, quien fue elegido como delegado por la asamblea, y que al inicio leyó el poema católico “Qué queda de mi patria” de Monseñor Vicente Camacho.
Pese a estar encabezado por expanistas, en varias ocasiones, Calderón aseguró que México Libre será un partido ciudadano.
—¿Tiene liderazgo un personaje como Felipe Calderón para encabezar un partido? —, se le preguntó a una asistente.
“Él es como el que nos puede aglutinar a todos, pero no significa que él va a ser el que lleve el partido. Este es un partido ciudadano”, dijo Mónica Villela.
“Fue presidente, pero en este momento no hay un líder que pueda aglutinar a la sociedad. En este caso yo siento que Felipe Calderón tiene suficientes valores para encabezar esto. No necesariamente tiene que ser el director, pero nos puede ayudar. En México no hay reelección, entonces él nos puede guiar”, opinó por su parte Jorge Peña Alfaro.
Calderón contó que decidió impulsar la formación de un partido político porque la gente en la calle le pedía: “hagan algo” y él les respondía: “hagamos algo”.
“Queremos democracia, no queremos volver al México del partido único, del partido opresor y del partido del presidente que hace y decide todo, ese México no va a regresar”, les dijo Calderón en un breve mensaje al final de la asamblea.
El expresidente que sacó al Ejército a las calles para combatir al crimen organizado dejando miles de muertos y desaparecidos, le habló a su público de un México mejor.
“Es el México que soñamos, un México de libertades, donde cada quién pueda trabajar, comprar, vender, participar, opinar, querer, un México donde pueda construirse a partir de la libertad que hoy está en riesgo”, les dijo.