Por Paty Aguilar
Sin atender la explicación detallada de la madre de Naomi Santoyo Pérez, alumna de 10 años de edad que cursa el quinto grado en la primaria, Oliverio Vargas Hernández, sobre el promedio de calificación que en su hija se vio mermado debido a errores, omisiones y negligencia de parte del profesor de grupo, de nombre Efraín, y a pesar de que frente al director, de nombre Pedro y la Supervisora de la zona escolar 29, profesora, Iliana Judith Guerrero Benitez, este maestro reconoció y pidió disculpas a la madre, Neydi Pérez Suárez, tras reconocer efectivamente sus errores y omisiones, la Supervisora, lo respaldó y prácticamente dejó, en ese momento, a la menor y su madre, en estado de indefensión, al decirles, que los exámenes hechos por el profesor, eran suficiente evidencia para declarar que la alumna Naomi, no tenía, ni alcanzaba siquiera posibilidad de que por su promedio, pudiera ser parte de la escolta de su escuela.
Desde muy temprano del miércoles 21 de junio 2017, Neydi Pérez Suárez, madre de la menor, se apersonó en la oficina improvisada de la Supervisora, que se ubica dentro de las instalaciones de dicha primaria de Bucerías, con la finalidad de plantearle la inquietud de su hija Naomi, que consideraba tener el promedio, la capacidad y el conocimiento necesario para tener el Honor de ser parte de la escolta que recibirá la Bandera Nacional, que les permitirá ser custodios de la misma durante el próximo ciclo escolar 2017/2018.´ya cursando el sexto grado.
Sin embargo, el encuentro entre la madre de familia y la Supervisora, no fue del todo agradable. La profesora pretendió darle largas al asunto y ante la solicitud de apremio de atender el asunto en el mismo día, dado el tiempo de que prácticamente los alumnos elegidos estaban por empezar a ensayar, la profesora se indignó y es que la madre de familia, le expuso que tanto el profesor de grupo como el director estaban en la misma escuela, no había necesidad de dejar pasar más días. Ante esta postura firme, la Supervisora, de manera descortés, le pidió se saliera de la oficina, porque ella no le iba a decir cómo hacer su trabajo. Como la madre se negó, la amenazó con llamar a seguridad pública o bien, que ella misma la sacaría de la oficina, por supuesto, Neydi Pérez Suárez, le dijo que hiciera lo que creyera prudente, se sentó en un mueble y de ahí no se movió.
La profesora, visiblemente molesta, se salió de su oficina, al parecer fue con el director de la primeria y minutos más tarde, en tono arbitrario le ordenó a Neydi Pérez, que la siguiera, que se iba a tratar su asunto en ese momento en la dirección de la primaria, Neydi no se movió, hasta que la profesora, se lo pidió por favor.
Así empezó lo que más tarde, ambas mujeres revivieran negros momentos del pasado que salió a flor de piel, cuando la siniestra profesora, le recordó a Neydi Pérez, que ella había sido su alumna en la primaria de Bucerías, Miguel Alemán (hasta ese momento, Neydi no la recordaba, no sabía que esa profesora, era quien 28 años atrás, la marcó cuando ella solo tenía 7 años de edad) Pero no solo a ella, sino a más alumnos que desde entonces, cada que hablaban de ella, la nombraban “La Bruja”. Ahora muchos de estos jóvenes han fallecido en manos de la drogadicción. Fue una generación que estuvo en manos de esta profesora que ahora regresa a Bucerías, al lugar donde cometió abusos y arbitrariedades contra niños y niñas con extrema pobreza, algunos hijos de madres solteras o de padres ausentes por su trabajo.
Ese negro historial de esta profesora, es desconocido por los profesores que ahora están supeditados a ella, tampoco lo conocía el Jefe del Sector 8 con sede en Altavela, el joven profesor, Pavel Aguirre, con quién Neydi Pérez, luego de la negativa de la Supervisora de realizar un nuevo examen a los alumnos elegidos por el profesor de grupo, por cierto, un sobrino de él, entre ellos y una hija de uno de sus amigos, se dirigió a él para exponer el tema de su hija.
Cabe mencionar, que previamente, en la oficina del director, en un momento del dialogo, donde esta reportera estuvo presente, tras casi dos o tres horas de que de manera privada se trató el asunto entre la madre, el profesor de grupo, el director y la Supervisora, luego de terminar una entrevista accidentada con la profesora en la cual se negaba a informar sobre el tema, no quería que se le grabara y tampoco se le tomaran fotos so pena de demandar a quien escribe, se le hizo saber que ella era funcionaria pública y el tema era delicado, porque se estaba violentando el derecho de la menor, que ella era la autoridad para informar al respecto, así que se grabó la entrevista y se le tomaron las fotografías correspondientes, como a cualquier servidor público de nuestro país.
El hecho es, que luego de esta entrevista, la madre de familia, trato de seguir explicando que su hija si tenía el derecho y el promedio para ser parte de la escolta, pero que ante la negativa de la Supervisora, pues tendría que buscar otras instancias. En un momento dado, la profesora, le dijo a Neydi, que ella había sido su maestra en la primaria, Neydi no la reconoció, se le quedó mirando, le preguntó su nombre y fue entonces cuando se le vino a su mente lo que esta profesora, le hizo a ella y más compañeros, cuando fueron sus alumnos hace 28 años.
Desde llamarlos piojosos, sin padres, sin madres y en su caso, de acusarla de un robo de dinero que nunca cometió y que le valió un severo castigo de parte de su madre, lugar hasta donde desde la escuela primaria hasta su casa, la llevó a rastras para acusarla de robo ante su madre. Lo que paso en ese entonces, fue un gran escándalo en la escuela, porque la niña, lastimada severamente por el castigo físico que se le infringió, aquella niña de siete años de edad, salió corriendo de su casa hasta llegar a la escuela donde a gritos pedía a sus compañeros que dijeran la verdad quién había robado ese dinero, fue un compañero quien le dijo que una alumna había tomado ese dinero. Los profesores de entonces, una maestra, curó sus heridas.
Cuando Neydi Pérez, regreso a su casa, ya estaba ahí la niña y su madre, confesando que Neydi no había tenido nada que ver con ese robo, sin embargo, el daño físico y psicológico, que perdura todavía, ya estaba consumado.
Cabe resaltar, que el daño físico y emocional ocasionado contra Neydi, fue delante de la profesora, que ni siquiera se inmutó ante tan terrible castigo, según le recordó Neydi a la profesora en su cara, esto entre lágrimas de un gran dolor acumulado durante largos, tristes y dolorosos 28 años. La reacción de la profesora, fue de negar los hechos, sin embargo, si sucedieron y por supuesto, hay testigos de los hechos, que afortunadamente, están vivos, por lo que estaremos esperando que esta nefasta mujer, presente su denuncia contra esta reportera y la señora, Neydi Pérez Suárez, para que se haga justicia, aún después de que hayan pasado 28 años de aquellos daños causados a una menor de 7 años y que ahora de 35 años de edad, no ha podido superar.
En relación a la petición de su hija, el profesor, Pavel Aguirre, jefe del sector escolar 8 de Bahía de Banderas, ofreció dialogar con el director y profesor de grupo, con la finalidad de acordar se lleve a cabo un nuevo examen, esto sin la participación de la Supervisora, porque desgraciadamente, el profesor, antes de llegar Neydi Pérez y sus hijas para hablar con él sobre el tema de su hija, ya le habían hablado por celular de parte del personal de la Supervisión, sobre el incidente que hubo entre Neydi y la profesora, esto en el afán de predisponer al profesor, contra la madre de familia y sobre este tema, que no estaba en la voluntad de Neydi Pérez, tocarlo con el jefe del sector, se tuvo que hacer, porque el propio maestro, sin conocer a fondo el asunto, hizo un comentario al respecto.
Así que, de viva voz, Neydi volvió a revivir con él aquellas escenas, aquellos hechos de lo cual, el profesor no daba crédito, porque según él, la profesora goza un buen expediente dentro de los SEPEN, sin embargo, Neydi Pérez, al final le dijo al profesor, que tuvieran cuidado “porque ustedes como profesores, con sus palabras y hechos, nos marcan para siempre, para bien o para mal, por favor, considere eso en mis hijas y en todos los alumnos, porque están tratando con personas, con niños que sienten y piensan, que no pueden defenderse porque no pueden expresarse,. A esas edades solo sienten dolor e impotencia cundo se les trata mal.
Finalmente, se sabe que esta profesora, llegó a Bucerías, en este ciclo escolar 2016/2017, como Supervisora de la Zona Escolar 29 de Bucerías y también, se sabe, que preguntó por Neydi Pérez Suárez (como olvidarla) por lo tanto, ya sabía que esas niñas, Naomi en quinto grado y Anabertha, en sexto, eran sus hijas. La que no sabía quién era ella, fue la propia Neydi Pérez Suárez, lo que la llevó a pasar por un momento de quiebre emocional, que ojalá le permita salir avante y fortalecida, porque ahora no tiene 7 años de edad, tiene 35, pero aunque su fragilidad emocional está expuesta, esto la hará salir adelante y así cerrar este círculo de su vida que no le ha permitido tener paz y tranquilidad, así que es buen tiempo para resolverlo y sanar la herida emocional originada por esta profesora, que sigue implacable con un comportamiento nada profesional y ético.