Sustancias químicas en el agua potable aumentan la incidencia de padecer algún tipo de cáncer, revelan estudios

Las funciones del agua en nuestro cuerpo son variadas y son esenciales para vivir

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Cuando se habla del cuerpo humano, se habla también del agua, ya que casi el 60% de nuestro organismo está constituido por éste líquido.

Cuando se carece de ella el cuerpo no puede desarrollar sus actividades adecuadamente, lo que provoca un cuadro de deshidratación crónica que incluso puede poner en riesgo nuestra vida.

Las funciones del agua en nuestro cuerpo son variadas, estas son algunas de las más importantes

  • Permite el trasporte de nutrientes a las células.
  • Colabora en el proceso digestivo, en la respiración y en la circulación sanguínea.
  • Interviene en la contracción de los músculos y da flexibilidad y elasticidad a los tejidos.
  • Participa en el buen funcionamiento del cerebro y de los nervios.
  • Proporciona minerales esenciales como el calcio, magnesio y el flúor, que sirven para fortalecer los huesos y los dientes.
  • Contribuye con la regulación de la temperatura corporal.
  • Retrasa el proceso de envejecimiento.

Químicos eternos

Un estudio realizado en la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC), Estados Unidos, señaló una nueva preocupación en torno al agua potable -la más susceptible de sufrir contaminación- que se consume en todo el mundo, ya que se detectó la presencia de sustancias Perfluoroalquiladas Polifluroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés).

Estas sustancias químicas se han catalogado como contaminantes comunes del agua potable y en tiempos recientes se detectó un aumento de estas, lo que ha generado preocupación en el sector salud del orbe.

Los PFAS son un grupo de más de 4mil 700 agentes químicos sintéticos, ampliamente utilizados, que se acumulan a lo largo del tiempo en los seres humanos y en el medio ambiente. Son conocidos como los químicos eternos porque son extraordinariamente persistentes en el medio ambiente y en nuestros cuerpos.

Se utilizan en una amplia variedad de productos de consumo y aplicaciones industriales debido a sus propiedades químicas y físicas únicas, que incluyen repelencia al agua y al aceite, resistencia a la temperatura, a los productos químicos y propiedades tensioactivas.

Pueden provocar problemas de salud como daño hepático, enfermedad tiroidea, obesidad, problemas de fertilidad y algunos tipos de cáncer como el digestivo, respiratorio, la boca, la piel y la faringe.

Las emisiones al medio ambiente se producen a través del vertido de aguas residuales industriales, así como de emisiones a la atmósfera desde los centros de producción industrial, seguidas de su deposición en el suelo y en los cuerpos de agua a través del aire y lodos.

                                                         
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