Por Paty Aguilar
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Vecino de San Ignacio, visiblemente molesto reportó a este medio de comunicación que en el panteón de San Ignacio, se habían talado dos enormes Parotas, esto con anuencia del juez de la comunidad, Rafael Aguilar, quien al ser abordado por el quejoso para que le diera una explicación sobre la tala de los dos árboles, se alteró y luego le hizo saber que si se contaba con permiso dado que dichos ejemplares estaban perjudicando una pequeña construcción del panteón donde se colocaba el cuerpo de los difuntos.
Sin embargo, el vecino inconforme, tiene conocimiento que quien cortó los árboles, se dedica a la venta de madera y asegura que las Parotas fueron taladas para venderlas, puesto que buena parte de la madera ya se la habían llevado del lugar de los hechos. Asimismo, precisó que efectivamente, la lámina de la construcción fue quebrada por una rama del árbol, pero que eso no era motivo de cortar todo el árbol sino tan sólo dicha rama.
El hecho es que el juez, a principios de esta semana, el mismo día del reclamo, ofreció darle una copia del permiso que le había entregado Desarrollo urbano y Ecología, pero no se la dio, a cambio, le dijo que pasara al Ayuntamiento, que ahí se la darían. El vecino, efectivamente viajó hasta Valle de Banderas, a la oficina de DUyE y ahí le dijeron que tenía que hacer un reporte y que dentro de unos 15 días le llamarían.
Por nuestra parte, realizamos un recorrido por el lugar donde está el panteón y efectivamente, observamos los restos de dos Parotas taladas con ramas semi gruesas abandonadas, pero sin el tronco.
Se trata pues al parecer de tala furtiva en la cual participan autoridades del municipio. El vecino inconforme, señaló que seguirá investigando hasta dar con los responsables. Por nuestra parte estaremos al pendiente para dar seguimiento a esta práctica que al parecer se comete de manera cotidiana por lo que puede tratarse de una organización criminal que se dedica a la tala de árboles de madera valiosa.
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