Expertos estimaron que el Banco Central continuará con los recortes ante la resistencia que muestra la inflación subyacente y por un crecimiento modesto de la economía.
El ciclo de relajamiento monetario que inició el Banco de México en 2019 seguirá el próximo año, de acuerdo con las expectativas de los economistas; sin embargo, las estimaciones respecto al nivel en que cerraría la tasa en 2020 se encuentran divididas entre 6.00 y 6.75 por ciento. Este 2019 cerrará en 7.25 por ciento.
Entre los economistas de instituciones financieras que ven una postura más acomodaticia de Banxico para 2020 están los de BBVA, destacando que si bien la comunicación del banco central sugiere un relajamiento moderado, la tasa cerrará en 6.0 por ciento para el 2020.
“Esperamos que la tasa de política alcance el 6.0 por ciento en agosto de 2020. Se justifica un ritmo de relajación más rápido y una postura de política monetaria menos restrictiva, pero anticipamos que Banxico se mantendrá cauteloso”, indicó el economista en jefe de BBVA, Carlos Serrano.
De la misma manera, Gabriel Casillas, economista en jefe de Grupo Financiero Banorte, señaló que sigue habiendo espacio para que el instituto central aplique una reducción de 125 puntos base en su tasa el próximo año, cerrando en 6.0 por ciento, aunque algunos riesgos aún persisten.
Destacó que la reducción de 25 puntos base en la reunión de diciembre es el primer recorte desde 2014 en el cual el banco central recorta la tasa a pesar de que el Fed no tomó una acción en el mismo sentido previamente, confirmando que Banxico ha comenzado a desviarse de la política monetaria estadounidense.
Por su parte, Alfredo Coutiño, director para América Latina de la firma Moody’s Analytics, espera que la tasa de interés del banco central se ubique entre 6.00 y 6.25 por ciento a finales del próximo año, lo que implicaría mover las condiciones monetarias entre 100 y 125 puntos base respecto al cierre de 2019.
“El Banxico seguirá dominado por el grupo de miembros más precavidos y preocupados por resistencia que muestra la inflación subyacente, por lo que anticipamos que 3 miembros continúen votando por un relajamiento gradual y los mismos 2 por uno más agresivo, con la esperanza de que el instrumento monetario levante la economía de su postración”, dijo Coutiño.
Otros ven más prudencia
Para Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más, el siguiente año las tasas seguirán con una tendencia a la baja bajo el supuesto de que la economía crecerá modestamente y la inflación se mantendrá dentro del rango de tolerancia de Banxico, mientras que la inflación subyacente exhibirá una ligera moderación. En su opinión, la tasa de política monetaria cerraría el 2020 en un nivel de entre 6.75 y 6.50 por ciento.
“La magnitud y la velocidad a la que bajen las tasas de interés dependerá de varios elementos que pudieran alterar el balance de riesgos para la inflación: precios de energéticos y bienes agropecuarios, posibles incrementos en salarios mínimos y posibles choques al tipo de cambio, sobre todo en un entorno de elevada incertidumbre”, agregó.
De acuerdo con Nikhil Sanghani, economista de la firma británica Capital Economics, el incremento de 20 por ciento del salario mínimo y el comunicado reciente de la decisión de política monetaria no respaldan un ajuste a la baja tan fuerte para la tasa de Banxico. “Creemos que la tasa finalizará el próximo año en 6.75 por ciento, en lugar de 6.00 por ciento que esperan algunos analistas”, indicó.
