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En México casi tres de cada 10 estudiantes de 15 años reportaron tener un empleo a tiempo parcial antes o después de acudir a la escuela.
De acuerdo con los resultados de la encuesta sobre bienestar de los alumnos, aplicada a quienes participaron en el Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) 2015, los jóvenes que laboran a tiempo parcial fuera de casa obtuvie-ron en promedio 29 puntos menos en ciencias y elevaron sus posibilidades de faltar a clases o llegar tarde.
La encuesta, realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a 542 mil estudiantes que concluyeron su educación básica en 72 países y economías, entre ellos México, reportó que siete de cada 10 adolescentes mexicanos de familias favorecidas esperan completar la universidad, frente a 43 por ciento de quienes pertenecen a hogares desfavorecidos.
En cuanto a las actividades que los padres realizan con sus hijos, se detectó que en México tienen más probabilidades que en otros países de declarar que hablan sobre la escuela con ellos todos o casi todos los días, con una media de 63 por ciento, pero es menor al promedio de los países de la OCDE si se considera el tiempo que pasan con los jóvenes durante la comida o sólo conversando.
Además, seis de cada 10 padres dijeron que conversan, por iniciativa propia, con los maestros sobre el comportamiento y avance académico de sus hijos, mientras 65 por ciento afirmaron que hablaron con un profesor sobre cómo apoyar el aprendizaje de sus hijos en el hogar.
La encuesta reveló que los alumnos mexicanos que perciben el interés de sus padres en sus actividades escolares son dos veces menos propensos a expresar insatisfacción con la vida, en comparación con aquellos que perciben un bajo interés en lo que hacen por parte de sus progenitores.
En cuanto a hábitos de estudio y uso del tiempo fuera de la escuela, los adolescentes mexicanos quedaron por debajo de la media de los países integrantes de la de la OCDE en cuanto a realizar ejercicio físico moderado o intenso fuera de las escuela al menos dos veces a la semana.
En contraste, se detectó que entre 2012 y 2015, el número de estudiantes que dijo usar teléfonos celulares inteligentes en casa aumento 22 por ciento en México, frente a una media de 17 por ciento para el resto de integrantes de la OCDE, pero se encuentran por debajo de la media en la frecuencia con que usan el correo electrónico o chatean en línea durante las horas que pasan en la escuela.
Destaca que sólo 7 por ciento de los adolescentes mexicanos comenzaron a utilizar Internet a la edad de 6 años o menos, frente a una media de 17 por ciento en las naciones desarrolladas.
Además, los alumnos varones en México pasan menos tiempo conectados a la red, tanto en fin de semana, 129 minutos (contra 186 minutos en el resto de la OCDE) como en días hábiles (116 minutos), en comparación con las mujeres, quienes están en línea 142 minutos en fin de semana (contra 186 como media de la OCDE) y 126 minutos en días laborables.
Se identificó que 48 por ciento de los estudiantes dijeron sentirse muy mal cuando no pueden conectarse a Internet, porcentaje un poco por debajo del grado de insatisfacción mostrado en el resto de las naciones de la organización (54 por ciento).