Jornada.com.mx / Washington, 13 de septiembre .— La Administración del presidente, Donald Trump, prometió exigir a México el pago por el Muro fronterizo. En lugar de ello ahora contempla el pago de 20 millones de dólares al gobierno mexicano para ayudarlo a deportar a inmigrantes indocumentados procedentes de América Central.
Según informa el diario The New York Times, la administración Trump ha notificado al Congreso sobre la necesidad de canalizar 20 millones de dólares al fondo de ayuda a los Estados extranjeros con el fin de colaborar con México para pagar los pasajes de casi 17 mil personas que se encuentren ilegalmente en México.
La información coincide con la difusión de cifras sin precedentes de niños migrantes que han sido detenidos en la frontera, a pesar de la política de “tolerancia cero” que no ha conseguido frenar el flujo migratorio desde Centroamérica.
Además, el informe publicado por The New York Times coincide con los esfuerzos de Estados Unidos por tratar de convencer a México para que ésta nación acepte convertirse en el filtro migratorio de Estados Unidos, bajo el estatus de “tercer país seguro”.
Bajo este esquema, al que México se ha resistido, las autoridades migratorias mexicanas se encargarían de tramitar las peticiones de asilo de los inmigrantes Centroamericanos que transiten por su territorio, una situación que desbordaría a las fronteras norte y sur de la República mexicana con campamento de refugiados.
Según declaró la portavoz del Departamento de Seguridad Interna de EU, Katie Waldman, a The New York Times, el pago de 20 millones de dólares a México serviría “para reducir el número de los inmigrantes que pretenden atravesar México y después cruzar la frontera.
El dinero, según consigne el diario neoyorkino, “ayudará a aumentar las deportaciones de centroamericanos, muchos de los cuales pasan por México para llegar a la frontera estadounidense.
Cualquier inmigrante no autorizado en México que sea un terrorista conocido o sospechoso también será deportado bajo el programa, de acuerdo con la notificación, aunque esas personas son pocas”.
«Estamos trabajando estrechamente con nuestras contrapartes mexicanas para enfrentar el aumento de las aprehensiones fronterizas -específicamente, un aumento del 38 por ciento en las familias solo este mes- directamente y para garantizar que las personas con reclamos legítimos tengan acceso a las protecciones adecuadas», dijo Waldman.
La administración federal confirmó ayer que el presidente Donald Trump propuso al Congreso de Estados Unidos asistencia al gobierno mexicano por un monto de 20 millones de dólares, para la repatriación de al menos 17 mil inmigrantes centroamericanos.
Nada más difundirse esta información, las Secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores de México aclararon que continúa evaluando dicha propuesta conforme al marco legal aplicable y en función de las prioridades de su política migratoria.
También negó que haya aceptado de manera verbal o escrita dicha propuesta, o que haya firmado documento alguno en relación con ese tema.
Amnistía Internacional advirtió que un acuerdo de ese tipo sería un trato arriesgado que no debe permitirse. Érika Guevara Rosas, directora del organismo para el continente americano, dijo que es completamente inadmisible que un país con los recursos que tiene Estados Unidos transfiera sus obligaciones internacionales para proteger vidas humanas y levante un muro de inhumanidad junto con México.
Agregó que en lugar de enfocarse en una cooperación internacional que atienda la crisis de derechos humanos en la región, México y Estados Unidos continúan discutiendo maneras de aumentar las detenciones y deportaciones de familias y personas que huyen de países azotados por la violencia, como El Salvador, Nicaragua, Venezuela y Honduras, sin mencionar a personas refugiadas de otras naciones del mundo.
Exhortó al gobierno mexicano a honrar su tradición como país de migrantes y rechazar la doble moral hacia las personas que viajan por su territorio.
Con información de Ana Langner
