Hasta el momento, los motivos del ataque no han sido aclarados
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El pasado viernes, una de las zonas más exclusivas de Ciudad de México despertó por el ruido de las balas. Omar García Harfuch, el jefe de la policía en la capital, y dos de sus escoltas, fueron emboscados y atacados por un grupo de sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quienes también pretendían incendiar la camioneta en la que viajaba el funcionario.
Aunque el funcionario está fuera de peligro tras una intervención quirúrgica, dos de sus escoltas, y una mujer que iba pasando por el lugar del enfrentamiento, perdieron la vida. Hasta el momento, los motivos del ataque no han sido aclarados.
Al frente de las decenas de hombres que intentaron asesinar al secretario de Seguridad estaba José Armando Briseño los Santos, quien es conocido como “El Vaca” y era ubicado por la procuraduría de la CDMX como operador del grupo jalisciense bajo las ordenes de Julio César Moreno Pizón, alias “El Tarjetas”, líder operativo en Guadalajara.
Aunque el objetivo principal solo recibió tres impactos de bala, su jefe de escoltas murió con 38 disparos en el cuerpo, de los más de 400 casquillos que fueron recogidos en el lugar de los hechos. Sin embargo, la orden principal no se pudo concretar, el auto no pudo ser incendiado.
Aunque se cree al menos 25 sicarios participaron en el atentado, sólo 19 de ellos fueron detenidos.
Este lunes, un juez de control del Tribunal Superior de Justicia (TSJ-CDMX) calificó de legal la detención y vinculó a proceso a 12 de los 19 detenidos. Se les imputaron los delitos de homicidio calificado, en grado de tentativa y portación de armas de fuego de uso exclusivo del ejército.
El juez de control impuso la medida cautelas de prisión preventiva oficiosa, misma que los acusados deberán cumplir en el Reclusorio Preventivo Varonil Sur. También fijó un período de 6 meses para concluir la investigación complementaria.
De los capturados, se sabe que son procedentes de la Ciudad de México, Guadalajara, Guerrero, Nayarit, Chihuahua, Michoacán y uno de nacionalidad colombiana. Según la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), los presuntos responsables habrían sido pagados por el CJNG por una suma no revelada.
Según los reportes, para el operativo se habrían comprado de contado vehículos blindados y armamento de alto poder. Además de rentarse casas, una bodega y millones de pesos en pagos para los autores materiales, quienes obtendrían como mínimo 100 mil pesos por el trabajo.
El atentado se llevó a cabo por medio de cuatro células con siete sicarios cada una. Muchos de ellos son jóvenes que forman parte del cártel y que se encargaron de establecer las rutas, horarios y puntos vulnerables de García Harfuch, de acuerdo con el columnista Hérctor de Mauleón.
En total fueron 13 vehículos, cinco fusiles Barret, un lanzagranadas, 34 armas largas, ocho cortas, siete granadas, 96 cargadores, 39 chalecos y 51 bombas molotov.
El Centro Nacional de Investigación había logrado interceptar líneas de comunicación de la organización delictiva, por lo que el funcionario estaba al tanto de que se gestaba un operativo de alto impacto en su contra. Sin embargo, desconocía el momento en el que intentarían concretarlo.