La propuesta de eliminar el impuesto al valor agregado (IVA) en alimentos para mascotas busca aliviar el costo de ofrecerles una dieta de calidad y evitar el abandono
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La diputada federal Abigail Arredondo Ramos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) propuso una iniciativa para establecer una tasa cero en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) cero en alimentos para mascotas.
Esta propuesta busca aliviar la carga económica de millones de familias en todo el país que consideran a sus mascotas una parte fundamental de sus hogares.
“El fin es apoyar económicamente a las familias y personas que arropan y protegen a este tipo de animales, así como procurar su alimentación adecuada y balanceada. Un pequeño cambio en la política fiscal, pero que tendrá grandes beneficios para el bolsillo de los mexicanos”, explicó la legisladora por el estado de Querétaro.
¿Cuánto gasta una familia en alimentar a sus mascotas?
Según un comunicado de la Cámara de Diputados, las familias destinan entre 676 y mil 500 pesos mensuales para la alimentación de perros, gatos y otras pequeñas especies, y pagan entre mil 297 y dos mil 880 pesos anuales en concepto de IVA.
En el caso de los refugios de animales, los gastos en alimentos oscilan entre 10 mil y 35 mil pesos mensuales, por lo que la eliminación del IVA permitiría un ahorro anual de entre 19 mil y 67 mil pesos.
Arredondo señaló que el costo elevado de los alimentos dificulta ofrecer una dieta nutritiva y balanceada, por lo que la propuesta de eliminar el IVA podría facilitar una alimentación que favorezca la salud de los animales.
El proyecto responde a una laguna en la ley, pues los alimentos para animales tienen tasa cero, ya que son considerados como parte de la cadena productiva de alimentos para las personas; sin embargo, esto no incluye a las mascotas.
“Esto tiene mayor importancia tratándose de personas con alguna discapacidad que son auxiliados por animales, como los perros guía. Sin dejar de lado, a los refugios o centros de protección animal, que ayudan a miles de perros, gatos y otras especies que han sido abandonados o cuya salud está en riesgo, señaló la diputada.
Más que mascotas, compañeros
En México, el 73.4% de la población adulta informó convivir con mascotas, según datos de la Primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado en 2021(Enbiare). Campeche registró el porcentaje más alto de personas con mascotas (77.1%), mientras que la Ciudad de México presentó el más bajo (61.4%).
Por otra parte, el 69.8% de los hogares indicó tener al menos una mascota, sumando un total de 80 millones de animales domésticos: 43.8 millones de perros, 16.2 millones de gatos y 20 millones de otras especies.
Entre los beneficios de salud más reconocidos de tener animales de compañía se encuentra su contribución a mejorar las estrategias para enfrentar el estrés, de acuerdo con National Geographic.
Además, los animales de compañía pueden fomentar una mayor empatía y compasión, y su presencia “puede proteger a las personas de los efectos de la soledad”, según menciona Alan Beck, profesor de ecología animal y director del Centro para el Vínculo Humano-Animal en la Universidad Purdue de Indiana, para a publicación.
Este vínculo se refleja en una encuesta reciente de la Asociación Americana de Psiquiatría, en la que el 86% de los dueños de mascotas afirmó que éstas tienen un impacto mayoritariamente positivo en su salud mental, y cerca del 90% las considera un miembro más de la familia.
Las investigaciones señalan que interactuar con un perro puede mejorar el estado de ánimo, que leer en compañía de una mascota beneficia a niños con dificultades de aprendizaje, que las mascotas ayudan a reducir los niveles de cortisol en sus dueños y que tener una mascota fomenta una mayor actividad física.
En adultos mayores tener un perro puede tener efectos positivos en su salud, pues puede reducir el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiacas.
Un estudio publicado en Scientific Reports y destacado por la Escuela de Medicina de Harvard encontró que, en un seguimiento de 12 años a más de 3.4 millones de adultos de entre 40 y 80 años, los dueños de perros que vivían solos presentaban un 11% menos de riesgo de sufrir un ataque cardíaco y un 33% menos de probabilidad de fallecer por esta causa.
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