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El pasado 2 de agosto en la ciudad de Tampa (Florida, EE.UU.) Je’Hyrah Daniels, una niña de cuatro años, murió luego de que su madre la arrojara al río Hillsborough, informó Tampa Bay Times.
Según los testigos, Shakayla Denson, de 26 años, entró en el agua junto a su hija, a quien abandonó en medio de la corriente. Se dio la vuelta y escapó del lugar. Las autoridades fueron alertadas y buzos de rescate lograron recuperar el cuerpo de la menor inconsciente alrededor de media hora después, a unos 23 metros de la orilla del río. La niña fue trasladada a un hospital donde minutos más tarde fue declarada muerta.
Los informes señalan que cerca de una hora antes de los hechos, Denson había robado un vehículo de un estacionamiento en compañía de la pequeña. Varios transeúntes aseguraron que luego de llegar a la zona del crimen, la madre bajó del auto y arrastró del brazo a su hija hasta el río mientras esta gritaba. La sospechosa fue capturada en la noche de ese mismo día y enfrenta cargos por asesinato en primer grado, abuso gravado de menores y robo de vehículos.
Un mes antes del incidente Shakayla Denson dio a conocer por Facebook que su hija sufría de autismo. No obstante, los investigadores no han relacionado el autismo con el incidente, aunque la mujer había confesado a trabajadores de bienestar infantil que era difícil ser madre soltera de un pequeño con necesidades especiales.
