Aprovechan todo para tratar de instalarse y poder vivir
Lamentablemente muchos de los lugares dentro de la unidad deportiva municipal, Agustín Flores Contreras, son utilizados para que se instalen a vivir algunos indigentes.
Usan de todo para armar pequeños espacios para por lo menos pasar la noche, lo anterior ante la falta de apoyo de las autoridades correspondientes.
Una denuncia ciudadana, informó esta mañana que es recurrente a un costado de las instalaciones del auditorio, se instala una mujer que aprovecha un espacio de madera para pasar la noche.
Por las mañanas se retira para conseguir alimentos.
Otros, usan espacios como las gradas de la cancha de softbol para dormir los fines de semana.
El problema que están generando son las necesidades fisiológicas que deben hacer y la suciedad que dejan frecuentemente.
En Puerto Vallarta, la ciudadanía ha manifestado su preocupación a través de denuncias, señalando que la Unidad Deportiva Agustín Flores se ha convertido en un espacio frecuentado por personas en situación de calle, quienes utilizan las instalaciones como alojamiento nocturno. La comunidad ha expresado su inquietud sobre cómo este uso afecta la seguridad y la limpieza del lugar, afectando a quienes acuden regularmente a realizar actividades deportivas y recreativas. La unidad deportiva, concebida para el esparcimiento y la promoción de la salud física, se enfrenta a nuevos desafíos ante esta situación.
Los usuarios habituales de la unidad señalan que, además de la ocupación de los espacios, se ha incrementado la acumulación de basura y algunos actos de vandalismo. Esta situación ha generado incomodidad entre los ciudadanos, quienes argumentan que la presencia de indigentes puede desalentar la participación en las actividades deportivas, especialmente por las noches. Padres de familia, entrenadores y jóvenes que frecuentan la unidad esperan una intervención de las autoridades para garantizar un ambiente seguro y adecuado.
En respuesta, se ha solicitado que las autoridades municipales tomen medidas para abordar el problema, ofreciendo soluciones que incluyan tanto la mejora de la seguridad en la unidad deportiva como la asistencia a las personas en situación de calle. Los ciudadanos reconocen la necesidad de empatía hacia estos individuos, pero insisten en que la unidad deportiva recupere su propósito original como espacio de convivencia sana.