En el marco del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia –DIF-, que preside Candelaria Tovar de Dávalos, organizó la conferencia: “Los retos de la familia en la tercera edad”, con la finalidad de que los adultos mayores y sus familias, tomen conciencia de sus derechos y obligaciones.
“Queremos brindarles las herramientas y conocimientos que los ayuden a estar informados sobre los derechos y obligaciones que tienen como adultos mayores, y los que nosotros como hijos, nietos y familia tenemos con ustedes. Pero más allá de leyes y artículos, queremos que los más jóvenes los cuidemos por amor y respeto, porque si la vida nos lo permite en unos años estaremos en su lugar”, manifestó la primera dama.
Alrededor de 200 personas asistieron a esta conferencia impartida por Juan Arana González, coordinador de la Procuraduría Social del Estado zona costa norte, quien explicó los beneficios establecidos en la Ley Estatal de los Derechos de los Adultos Mayores.
“Ustedes deben hacer valer sus derechos a una vida con calidad, al disfrute pleno, sin discriminación ni distinción alguna; a que respeten su integridad física, psicoemocional y sexual. Por supuesto, a recibir protección por parte de la comunidad, la familia y la sociedad, así como de las instituciones federales, estatales y municipales, y vivir en entornos seguros, dignos y decorosos, que cumplan con sus necesidades y requerimientos, sin violencia”, expresó el ponente.
Precisó que también tienen el derecho a gozar de igualdad de oportunidades en el acceso al trabajo o de otras opciones que les permitan un ingreso propio, y desempeñarse en forma productiva tanto tiempo como lo deseen.
Asimismo, a ser sujetos de programas de asistencia social en caso de desempleo, discapacidad o pérdida de sus medios de subsistencia, al igual que a programas para contar con una vivienda digna y adaptada a sus necesidades; acceso a una casa hogar o albergue, u otras alternativas de atención integral, si se encuentran en situación de riesgo o desamparo.
Especificó que los hijos están obligados a dar alimentos a los padres cuando estos han alcanzado una edad senil o por imposibilidad de trabajo o ingreso, y en general la familia de la persona adulta mayor deberá cumplir su función social; por tanto, de manera constante y permanente deberá velar por ellos, siendo responsable de proporcionar los satisfactores necesarios para su atención y desarrollo integral, así como cumplir con los derechos que tienen por ser jóvenes de la tercera edad.
