Por Mauricio Lira Camacho
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Todos pasan, las ven, pero no entienden su significado, solamente que es un adefesio.
Turistas nacionales e internacionales, incluso se detienen para admirar la belleza de la bahía y degustar de un agradable clima que se vive hoy en día.
Pero no entienden por qué tanta estructura arrumbada y en el olvido.
El tema no es nuevo, pero nadie da explicaciones.
Ni la dirección de turismo, el propio ayuntamiento, el fideicomiso de turismo, gobierno estatal y federal.
Lo único que saben residentes, comerciantes y restauranteros de la zona en el malecón II, es que de un día para otro, la estructura fue retirada, con el motivo de que iba a haber mantenimiento, pero que en cuestión de semanas, las volverían a instalar.
Nada ha sido cierto, pues a la fecha, se desconoce el paradero del material a reparar y el futuro que tendrán las estructuras tiradas en una zona peatonal, antes de llegar a la desembocadura del río Cuale.
Esto yendo en zona peatonal de norte a sur en el malecón de Puerto Vallarta.
Estas velas llegaron a ser un remanente de atractivo para el malecón II, por el color, la grandeza y atractivo del diseño, sin embargo, con el paso del tiempo, todo esto acabó.
Lo grave, ninguna autoridad sale a la luz pública, para informar acerca de esta obra que muchos consideran, ya obsoleta, zona sin ningún tipo de atractivo.
Desde que fueron quitadas las velas, ya el panorama en esa zona es igual, muchas personas acudían al rezago del río Cuale en su desembocadura al mar, con el obejtivo de resguardarse del fuerte sol, sobre todo en los meses de abril a septiembre.
Hoy este lugar está en total abandono, a unos pasos de donde se localizaban las velas, se localiza la parte baja del puente peatonal, espacio que aunque se encuentra limpio y vigilado, sigue siendo refugio de gente que ocasionalmente se droga y abusa en el consumo de bebidas alcohólicas.
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