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Apenas nueve días antes de ser asesinado, el periodista mexicano Cándido Ríos grabó un video de casi quince minutos en los que daba cuenta de la crítica situación que atraviesa su país. Puntualmente realizó denuncias a políticos del municipio de Hueyapan de Ocampo, justamente el lugar donde fue ultimado a balazos.
Uno de los mencionados es el exalcalde del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Gaspar Gómez Jiménez, a quién Ríos señaló como alguien que «manda matar, desaparece y nunca es investigado». Además, lo calificó como un «conocido psicópata».
«Nuestras armas no disparan balas, disparan verdades», declaró el periodista asesinado, que aseguró que «siempre» vivió «luchando por lo robado, lo empeñado y lo vendido» de su pueblo. «Tratando de abrirle los ojos a mi gente», añadió.
Cabe recordar que Cándido Ríos se encontraba bajo el amparo de un programa gubernamental de protección, justamente por las amenazas que sufría por sus denuncias a funcionarios locales.
Tal como reseñó la agencia AFP, al menos 20 periodistas han sido asesinados en Veracruz desde 2010 y Ríos es el décimo reportero muerto en lo que va del año en todo México.
