Liturgia de las horas
Viernes santo, muy especial para el mundo católico.
Previo a la jornada de la representación por la pasión de Jesús, el día inicia con los laudes, la liturgia de las horas.
En Puerto Vallarta, dieron inicio desde muy temprano en las plazas públicas.
En la plaza de la delegación de El Pitillal y en la explanada del Hidalgo, con la asistencia de los padres en cada una de estas.
Los laudes es una de las dos horas mayores junto con las Vísperas para la Iglesia católica en el rito denominado Liturgia de las horas.
El significado en latín (laudare) quiere decir alabar, e indica la finalidad principal de esta hora, cuyo propósito es dar gracias a Dios al comienzo del día.
Maitines: Primera de las horas canónicas en la que se reza antes del amanecer.
Da comienzo a la vida del monje, sobre las seis de la mañana.
Laudes: Parte del Oficio Divino que sigue a Maitines.
Se realiza aproximadamente a las siete y media.
Laudes y Vísperas, en lo que se refiere a la estructura de la celebración, son muy similares.
Ambas comienzan con un verso introductorio –»Dios mío, ven en mi auxilio», su respuesta correspondiente, el «Gloria al Padre» y su respuesta–.
Laudes: al amanecer. Prima: primera hora después del amanecer, sobre las 6:00 horas de la mañana. Tercia: tercera hora después de amanecer, sobre las 9:00 horas. Sexta (de donde deriva la palabra siesta): mediodía, a las 12:00 horas después del Ángelus en tiempo ordinario o el Regina Coeli en Pascua.