“Yo no me suicidé, tú me mataste”, justicia para Mariana

Por Mauricio Lira Camacho
NoticiasPV

Mi esposo murió hace 3 meses, no vio aplicada la justicia al 100%, en torno a la muerte de nuestra hija, Mariana Lima Buendía, quien al parecer fue asesinada por su entonces esposo, un policía judicial de nombre Julio Cesar Hernández Ballinas en el Estado de México.

Así lo dijo en conferencia la señora Irinea Buendía Cortés, quien comparte esta vivencia de lo sucedido con su hija en el 2010, un feminicidio histórico, caso que fue atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, que resolvió la captura del agresor, luego de encontrar serias inconsistencias en este proceso.

El esposo de mi hija, me dijo que Mariana se había suicidado, “tú la mataste hijo de la chingada”, le contesté.

Era un matrimonio con muchos problemas de violencia, relató ante asistentes al a conferencia, celebrada en el salón de juntas de la Unidad Municipal Administrativa, UMA.

La conferencia fue promovida por Sandra Quiñones del Colectivo Mujeres de Puerto Vallarta y la regidora Carmina Palacios Ibarra.

El título de la conferencia fue Criterios de la Sentencia de Feminicidios del caso Mariana Lima Buendía.

Se dijo que este caso marca un hito en la historia de nuestro país, en cuanto a la impartición de la justicia y en el tema del feminicidio en México.

Nuestro país se ha convertido en un cementerio de cuerpos desaparecidos y de muertos, dijo la madre de familia, quien emprende una lucha hasta llegar a las últimas consecuencias.

Al hacer uso de la voz, en ningún momento la señora titubeó al relatar la historia del asesinato de su hija.

Irinea Buendía Cortés relató que su hija Mariana Lima Buendía, fue asesinada por su esposo, tenía 29 años de edad y quería ser abogada.
Fue Julio Cesar Hernández Ballinas, esposo de su hija, entonces policía judicial, quien la mató.

Ella (Mariana) hacía su servicio social en el año 2006 en la comunidad de Chimalhuacán, Estado de México.

Estudiaba en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, quería ser abogada, ayudar las personas que no tenían dinero para pagar un proceso.
Quería ayudar a esas personas que estaban en la cárcel y en ocasiones por el delito de haber robado un pan.

Desgraciadamente el hombre con quien se casó, aquel que juró amarla y respetarla, fue quien le quitó la vida.

Fue su propio verdugo, el 28 de junio del 2010, Julio César fue a dejar a mi hija a la casa en el municipio de Nezahualcóyotl a las 9 horas, ella llegó y contó su proyecto de vida, pero su esposo ya no entraba en ese lapso, tenían al menos 5 veces que se separaban.

Le relató que regresaría a la casa por sus cosas pues ya no aguantaba tanta violencia, y que levantaría una denuncia de hechos.

Era policía judicial y que no le harían nada pues estaba bien protegido, así estaba en ese código en donde todos se ayudan.

Siguió contando la madre que su hija salió de su casa a las 12:30, “fue la última vez que la vi con vida”.

Mi error fue no acudir a las autoridades a las 15 horas, me confié finalmente su esposo la asesinó.

Él me habló y me dijo, “su hija se suicidó”, yo le contesté “ya la mataste hijo de la chingada”.

Llegué al domicilio, a pesar de que era policía judicial, Julio nunca habló a nadie para que la autoridad hiciera algo, dejó el cuerpo de mi hija solo.

Nunca la vimos ni colgada, sino acostada, su cuerpo estaba golpeado y bañado, en la noche llegaron las autoridades junto con el entonces esposo.

Finalmente el MP, preguntó de dónde estaba colgado el cuerpo y como la bajó, Julio detalló como lo hizo, “pero todo fue mentira”.

Mi hija pesaba 66 kilos, no tomaba alcohol, Julio decía que había ingerido bebidas, cayó en contradicciones.

Con todo, investigó y llegó al fondo de los hechos, al grado que la Suprema Corte de Justicia de la Nación atrajo el caso y finalmente, este hombre fue capturado y actualmente se le sigue un proceso por el delito de haber matado a la chica de 29 años de edad.

Finalmente, hizo un llamado a las mujeres para que no se queden calladas en este y otros temas de violencia que ahogan a México.